En nuestra última escapada a Sierra Nevada de la semana pasada, nos dio tiempo a hacer una visita rápida a unos familiares muy queridos que tengo en Almería.
Ni recordaba ya la última vez que fui allí, hace ya varios años, así que volver ahora ha sido todo un redescubrimiento. Tanto que en un solo día hemos aprendido 5 cosas totalmente inesperadas de la llamada “ciudad del oeste”:
(1) El calor
El calor de Almería es comparable al desierto, no es broma. Nunca, y esto es algo en lo que estamos muy de acuerdo Chicosolitario y yo, hemos he pasado tanto calor como en Almería, no por nada es la ciudad donde el desierto se funde con el mar. Y caminar por la calle se hace un imposible.
(2) La playa urbana
Tienen una playa urbana preciosa. La zona del Zapillo, tan cerca de la ciudad, nos sorprendió por su paseo cuidado, lleno de detalles y la calidad de la playa, limpia y muy apetecible. Y la parte más céntrica de la Rambla, espectacular.
(3) Sprayart
Es la ciudad del graffiti. El sprayart está por todas partes, al menos por la zona del centro, que es donde estuvimos, como forma de expresión y denuncia, y nos encantó. F. no se resistió a hacer algunas fotos a éstos de superhéroes tan chulos.
(4) Es muy dulce
Tienen las mejores media lunas, a las que llaman “chinitos” del mundo. Son unos bollos de leche, rellenos de crema y recubiertos de chocolate con forma de media luna, que están para chuparse los dedos.
(5) Grandes bebedores de cerveza
Beben cerveza hasta en floreros. Como lo lees. Jamás hemos visto unas cervezas tan grandes (y servidas en floreros de Ikea ;-)). Y mis primos que son capaces de beber tres de éstas de una tacada. Impresionante. Eso sí, muy fresquitas, y con el calor entran que no veas…
En definitiva, Almería es sol, playa, puerto, desierto, montaña, mar de plástico y patrimonio cultural. Una ciudad llena de contrastes, que nos ha encantado. Y si no que se lo digan a mi tío, almeriense de pura cepa y gran coleccionista de cencerros, por cierto. Mira su colección:
Cuando diviséis el castillo de Almería estáis próximos a un océano de generosidad, su puerto es perla y coral. Cuando partís, vuestro corazón se llena de recuerdos. – Ibn Darraq Al-Qastilli