¿Qué materiales necesitamos?
- Una pelota de tenis que usaremos de base de nuestra pelota sensorial.
- Cascabeles para hacer el efecto de sonajero. (También se pueden utilizar otros materiales sonoros: conchas de mar, piedrecitas, semillas,…)
- Lana cardada blanca y de colores: La puedes encontrar en cualquier tienda de artes plásticas y manualidades. Aun así comprada por internet suele ser más barata. Te recomiendo LoraLora.
- Jabón de Marsella (para afieltrar la lana, mejor si lo tienes en escamas, o si no, con un rallador sacas unas cuantas.)
- Agua caliente
¿Qué herramientas utilizaremos?
- Papel de burbujas (que nos servirá de base para trabajar)
- Un cuchillo (para cortar la pelota de tenis)
- Unas agujas de abatanar (que también las puedes encontrar en los mismos lugares donde compras la lana).
- Un bote de spray vacío (que servirá para hacer mezcla jabonosa y rociar la lana después)
¿Cómo se hace?
Primero hacemos una incisión en la pelota de tenis.
Ahora viene lo divertido…
La dejamos bien enjabonada por todo y la masajeamos durante un buen rato, la hacemos rodar entre las manos, con movimientos circulares, para que la lana se vaya afieltrando.
Después añadimos algo de lana de color. Lo interesante es no crear un dibujo acabado, sino simplemente manchas de colores que resulten estimulantes para el niño, pero dejando libre su imaginación.
Después que se haya secado (al menos 24 horas), fijamos un poco más la lana de color con la aguja de abatanar.
Nada de lo que el ser humano hace, sabe, anhela o teme no ha sido esbozado, probado y practicado o, cuando menos, previsto en los juegos de un niño – Heidi Britz-Crecelius