Este es un ejercicio que he realizado un par de veces en talleres literarios en los que he participado. No es ningún secreto que me gusta imaginar historias de amor y escribirlas, pero para poder fabricar un personaje y meterse en su mente es muy importante conocerse a uno mismo, bien a fondo. Hacer listas como éstas puede ser un principio interesante. Si te animas a hacer las tuyas y enviármelas me encantará leerte.
LO QUE ME GUSTA
Meterme en una cama con sábanas limpias, blancas a ser posible.
El olor de la primavera y el de la aurora, tan lleno de prana.
Los almendros en flor, anunciando el final del invierno.
Tumbarme en el campo y escuchar el ulular escondido de los árboles, sin hacer nada, ni siquiera pensar.
Leer mensajes divinos en las nubes.
Calentarme las manos con una taza de café.
Los abrazos largos.
Las historias de amor, y de desamor.
Apoyarme en el pecho de F. y sentir su corazón, me da paz.
El acento italiano, y el argentino.
Las personas inteligentes.
La paella, algo pegada, y los mantecados de almendra.
Los masajes en las piernas.
El arte de Monet y de Sorolla.
Pasear, sola o acompañada.
Las ciudades limpias como Viena.
Los sauces llorones, tan presentes en mis veranos de la infancia.
Nadar desnuda en el mar y flotar a la deriva.
Caminar descalza.
Reír.
Abrir botellines de cerveza.
El color turquesa. Y el violeta.
Los anillos grandes.
La mano de mi hija buscando apoyo en la mía. Comérmela a besos y que se desternille. Contemplarla mientras
duerme, o hace cualquier cosa.
duerme, o hace cualquier cosa.
Las estrellas fugaces.
Los hombres guapos con nariz grande a lo Patrick Dempsey, Belencoso o Chicosolitario.
Tomar largas duchas de agua caliente, aunque deshidrate la piel.
El instante mágico que sigue después de hacer el amor.
La torre Eiffel encendida una noche de verano.
Los crepes, dulces y salados.
Ver la vida pasar desde un café.
Los cantautores.
El humor británico y los parques de estilo inglés.
Las ciudades pequeñas con encanto como Gijón o Mérida.
El idioma francés, oh là là.
El helado de coco.
Los caballos frisones.
Ser consciente, aunque vaya a contracorriente y me sienta vulnerable.
Los tulipanes, de cualquier color.
Una casa con open concept.
Vivir en Mallorca.
Perderme en una biblioteca, inmensa como la de Nueva York o pequeña como la de mi pueblo.
Viajar, viajar y viajar.
Escuchar los pájaros mientras escribo.
Respirar hondo y sentirme libre, y agradecida.
LO QUE NO ME GUSTA
El flequillo en las mujeres. La represión sexual. Mi represión sexual. Los garbanzos. Los perros, desde aquel incidente con un dóberman cuando tenía cinco años. La leche de vaca, es tóxica. El sigmatismo no superado de Rajoy y el tic nervioso de sus cejas. El olor del Sena en París los días de mucho calor, apesta. El llanto desesperado de un bebé, o de un niño o de un adulto. Lo que duele la depilación a la cera. La resaca del mes de enero. La carne cruda. La ropa muy ajustada. Los baños sin ventana. Pagar en los museos. Las grandes aglomeraciones de gente. Los hombres con camisetas sin mangas. La soledad emocional. No afrontar mis miedos.
De esta segunda lista no incluyo fotos, mejor no visualizar lo negativo. Bueno, ¿qué te han parecido?
La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante.- Antonio Gala