La experiencia en el Gianicolo nos deslumbró, desde su fontanone, su paseo, sus vistas, sus detalles,…
Seguimos quedándonos sin palabras cada vez que paseamos de noche por sus plazas y monumentos, o por las orillas del Tevere, tan vibrante y lleno de vida…
El día que fuimos de aquí para allá buscando fotos para el juego del tesoro de la vuelta al mundo de Jackie Rueda, fue maravilloso. Exprimimos al máximo Villa Borghese; paseo en barca, en cochecito, jugando por sus bosques,… ¡Yo quiero un parque como éste cerca de mi casa!
Y por el barrio judío, un montón de sorpresas: el teatro Marcelo, placas honoríficas por todas partes recordando tiempos oscuros, tiendas preciosas,…
¡Ay! Cómo echaremos de menos la Piazza de la Rotonda y su refrescante fuente, que tan buen servicio nos ha dado en estas vacaciones…
Nuestra última tarde en Roma, la pasamos aquí, en Piazza Navona, un sitio tan especial…
Gracias Roma, volveremos a verte.
Se necesita muy poco para llevar una vida feliz. – Marco Aurelio